Manaure es una localidad ubicada en La Guajira colombiana. También es un paraíso de sal, un mineral que allí abunda formando bellas montañas blancas. Es en este lugar donde los indígenas Wayúu inician su día trabajando con entusiasmo en la extracción de la sal.
Para ellos, la recogida de la sal es un acto que invoca sus raíces. Ellos se refieren a esto como “la cosecha”, haciendo ver que el mar bendice con su fruto (Alzate, 2017). Así pues, la sal marina en Manaure, más que un condimento, es la historia de manos que trabajan con amor.
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Importancia de la Industria de la sal para la región de la Guajira
La comunidad de indígenas Wayúu, junto con otros trabajadores de la industria de la sal, comienzan sus labores antes de que el impetuoso sol de La Guajira se levante.
El proceso artesanal de extracción salinera consiste en la evaporación del mineral con ayuda del sol, lo cual tarda de cuatro a seis meses. La sal forma montañas de cristales que luego son recogidas.
Con este trabajo se hace posible que se exploten anualmente un millón de toneladas de este mineral, lo que equivale al 70% de la producción nacional (Marca Colombia, s.f.).