Cocinar en familia es uno de los planes más divertidos que existen. Pero no cualquier plato es propicio para este tipo de dinámicas en la cocina, debido a la premura del tiempo, la dificultad de la preparación o el espacio disponible.
Sin embargo, existe una opción que es fácil, rápida y deliciosa: las alitas de pollo.
Las alitas no solo se distinguen por su sabor, sino que además tienen múltiples preparaciones que hacen de cada plato una experiencia totalmente distinta.
Los niños son los que más disfrutan con esta preparación. Así que esta primera opción de seguro les encantará.
Las alitas de pollo crocantes son una especialidad que va más allá del apanado. Para hacerlas, debes cocinar con sal y caldo de pollo, luego pasarlas por huevo batido y por un plato de hojuelas de avena.
Posteriormente, las fritas hasta que la avena quede muy dorada y crocante.[1]
Para estas alitas puedes preparar tu salsa BBQ casera o puedes comprarla si prefieres. Salpimiéntalas a tu gusto, cocínalas en agua, escurre y deja enfriar.
Después, las bañas en salsa BBQ y las colocas en el horno a 180 grados durante 10 minutos.[2]
Marínalas con ajo, pimienta, sal y comino, combina aceite y agrega un poco de cerveza. Báñalas y ponlas en un refractario con papel film. Deja reposar dos horas en la nevera.
Después del reposo, asa las alitas o ponlas en el horno a 180 grados durante 20 minutos. Voltea las piezas cada siete minutos para que se cocinen de forma regular.
Sácalas cuando se vean bien doradas y no estén saliendo jugos rojos. Al servir, añádeles un poco de jugo de limón al gusto.
Aunque esta receta lleva cerveza, se usa como aderezo para darle sabor. Y a pesar de ser un plato preferido por adultos, cualquier miembro de la familia puede comerlas.[3]
En todas las comidas rápidas, los aderezos son parte fundamental de la preparación. Pero cuando se trata de alitas de pollo, se vuelven mucho más importantes.
La clave para darles siempre un toque distintivo son esas salsas que tengas a la mano o puedas preparar en casa.
Uno de los aderezos más apetecidos es el de ajo con limón.
Para prepararlo, licúa 150 ml. de crema de leche con la sal, pica media cebolla cabezona pequeña y agrega una cucharadita de ajo en polvo; luego, agrega el jugo de dos limones. Refrigera por 10 minutos.
Puedes hacer salsas agridulces, de mango, miel mostaza, salsa picante y habanera. También puedes elegir aderezos como salsa rosada, salsa teriyaki o la famosa salsa búfalo.
A veces solo basta con fritarlas con un poco de sal y harina para que puedas untarles lo que se te antoje.[4]
Puedes convertir tus alitas en comidas especiales si añades algunos acompañamientos con productos naturales, ensaladas o papas fritas. Cómelas también como snacks para ver una película.
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No esperes más y empieza de una vez a preparar estos deliciosos platos para que sorprendas a tu familia.